El Helvetia planta cara 47 minutos

Los riojanos hicieron gala de un claro dominio sobre el tempo del partido, porque han sido capaces de acelerar cuando les interesaba, mientras el resto del tiempo lo dedicaron a contener a un rival que siempre quería correr.

Esa velocidad le dio a Anaitasuna ventaja al inicio, pero en cuanto el Logroño cerró mejor su defensa empezó a manejar diferencias de dos goles.

Además, dio un acelerón en la recta final del primer tiempo, coincidiendo con un par de indecisiones de su rival y dos paradas de Ledo, para irse al descanso con un colchón mayor, de cuatro goles (17-13).

Para entonces los riojanos ya tenían la referencia goleadora de David Cadarso (13 tantos, 8 de ellos de penalti), pero todo el equipo, en general, se había sumado a un juego coral y efectivo, mientras su rival tenía clara la táctica, correr en cada jugada, y eso a veces también le penalizaba.

En el segundo tiempo el partido siempre se movió entre el control riojano y la ambición de los navarros, que recortaron distancias.

De hecho, con su juego endiablado de velocidad y las paradas de Iñaki Martínez, los navarros se pusieron a un gol a los 47 minutos de juego.

El partido podía haber cambiado de signo, pero fue entonces cuando el Logroño dio un golpe de autoridad, porque en ataque puso una marcha más, de nuevo, y en defensa logró frenar a su rival, con mucha seriedad, con lo que cerró el encuentro y desilusionó a los navarros, que no merecieron perder el duelo por una diferencia tan abultada.